TEATRO ANTÍPODA

viernes, 31 de agosto de 2012

La Condena

"La Condena" es un sketch que escribí en el año 2004 y que de cierta forma, ha sido la obra más polémica de las que hemos puesto en escena.  Tal vez sea por su carácter directo que algunos "personajes" de la vida real con los que, "nos codeabámos a diario", pusieron el grito en el cielo y, según ellos, era necesario hacerle algunas "reformitas" ya que dizque era muy ofensiva para algunos miembros de la "izquierda".  Pero como mi conciencia (y a pesar de estar en formación), era más fuerte que la inconsciencia, decidí dejar la obra así y además, escribir la segunda parte que entonces llamé: "La Ejecución".  Inclusive, tuve problemas con unos dos o tres integrantes del grupo, porque en principio estaban de acuerdo con los conceptos de aquellos nunca olvidados oportunistas.  Hoy eso me produce una pequeña sonrisa, una sonrisa culposa, porque cuando escribí la obra, de cierta forma eso era lo que pretendía: que hubiese una gran polémica: entre los actores y yo, entre los espectadores y yo, entre los oportunistas y los actores.  Pero hubo enseñanzas y la más importante, fue que los actores supieron identificar a ciencia cierta, quienes eran oportunistas y quienes, verdaderos luchadores.  Al final los actores, me ofrecieron disculpas aunque siempre pensé que no era necesario.
La puesta en escena de esta obra, es decir, el producto final que es llevado al público, nos ha proporcionado siempre gratas satisfacciones; es una obra que se compenetra mucho y directamente con el público espectador, tanto así, que los hacemos partícipes directos de la actuación sin que ellos se lo esperen.  Habría que contar en otra ocasión, las tantas anécdotas que, con el montaje de esta obra, hemos tenido.  Ahí pues, queda plasmada en este blog para quien se deje llevar por la tentación de ponerla en el teatro y se atreva crear una controversia de la cual hago se pueda aprender. Y, además, como pueden notar, el primer cuadro es un homenaje a los mártires de Chicago.
 
 
La Condena

De: L. F.  Nikho

 Personajes:

 Preso I

Preso II

Mujer I

Mujer II

Mujer III

El Juez

Hombre Maquina I

Hombre Máquina II

 

Cuadro I

 (El cuadro se inicia en mutis, El Juez sostiene unas cuerdas largas de las cuales están atados cuatro personajes de las manos y están ubicados en los extremos posteriores frente al público.  Suena: “Marcha Fúnebre para una Marioneta” de Charles Gounod, y muy lentamente –de acuerdo al ritmo de la música- los personajes se van moviendo secuencialmente.  A cada lado del Juez están los Hombres Máquina con un tablero rectangular {cada uno} en el que hay dibujadas las orugas de un tanque de guerra y un misil; el juez manipula las cuerdas al ritmo de la música como manejando a unas marionetas.  Termina la música).
 
 PRESO I: (Mirando al público).  …!Si una vez más ustedes imponen la pena de muerte por atreverse a decir la verdad y los reto a mostrarnos cuándo hemos mentido digo, si la muerte es la pena por declarar la verdad, pues pagaré con orgullo y deafío el alto precio.  ¡Llamen al verdugo!  (Se coloca la cuerda en el cuello, queda en mutis).

 MUJER I: (Mira al público, luego al Juez): “Este es el momento más feliz de mi vida”.  (Se coloca la cuerda en el cuello, queda en mutis).

 MUJER II: (Sin levantar la cabeza).  “Que se escuche la voz del pueblo…”  (Se coloca la cuerda en el cuello, queda en mutis).

 PRESO II: (Mirando sólo al Juez).  “Llegará la hora en que nuestro silencio será mucho más elocuente que las voces que ustedes estrangulan hoy”.  ¡Proceda infame! (Se coloca la cuerda en el cuello, queda en mutis).

 (El Juez tira de la cuerda y los presos caen).

 Cuadro II

 (Ahora suena: Novemver 25, Morning { Mishima, Philip Glass}; El Juez entra dando pasos firmes, como marchando y a cada lado, los Hombres Máquina, también marchando, siguiendo el compás y sosteniendo en cuerdas a los dos presos.  Mientras la música suena, ellos transitan alrededor del público hasta terminar el tema, El Juez y los Hombres Máquina salen de la escena).

PRESO I: (Como encerrados en una celda).  Para las leyes de nuestro país lo más importante no es la guerra sino, cómo mantenerla.  Lo primero es algo secundario, pero lo segundo es algo primario; es decir, el presupuesto para la guerra es lo más sagrado… venga de donde venga.

PRESO II: Y definitivamente los verdaderos afectados somos nosotros: los de abajo, los proletarios, los campesinos.  Incluya usted a profesores, médicos, trabajadores de la salud, quienes se ven perjudicados por la crisis actual.

PRESO I: El Estado sabe muy bien cómo mover sus fichas.  La táctica es obligarnos a enfilar sus ejércitos de defensa, a dar la vida por “la patria”, mientras los ricos, claramente amasan sus ganancias.

PRESO II: La soberanía me causa una profunda, pero desconcertante risa.  ¿Para qué la patria si aunque la llamen nuestra, es del oligarca?

PRESO I: Pero eso es lo que entendemos… por amor a la patria (con sarcasmo).

 (Interrupción.  Entra una mujer cruzando el escenario mientras habla; los presos están quedan en mutis).

MUJER I:   Por amor a la patria mis hijos empuñaron el fusil, el gobierno los envió al monte y sus vidas se perdieron.  Por amor a la patria la soledad me acoge ahora y sin rumbo ni destino, mis pasos son la trayectoria de la muerte.  (Sale).

PRESO I: Los mataron.  ¿Pero qué más da en un país donde la muerte trafica con el hambre y la necesidad se ha prostituido en las conciencias?

PRESO II: (Mirando al Público).  La situación nos desalienta: la carne de cañón, es nuestra propia carne.

PRESO I: Conejillos de indias incapaces de entender la verdad que en este “juego” se esconde y que es un as para mantener la democracia.

PRESO II: Claro está, la democracia desde el punto de vista de los ricos.

PRESO I: Una democracia que nos niega la igualdad.  Todo está tras bambalinas, oculto con astucia, nos proyectan un mundo falso y nos hunden en los sueños.

PRESO II: Es cierto.  El verdadero mientras tanto… espera a ser mostrado.  Ya se ha dicho antes: el Estado sabe muy bien cómo mover sus fichas.

PRESO I: Pero no basta con saberlo compañero, una imagen puede más que mil palabras y del dicho al hecho, hay mucho trecho.

PRESO II: Eso es significativo; pero mire usted: en este país donde la miseria aguanta, a duras penas el inconformismo… lo llevamos a la práctica. 

 PRESO I: El hecho no es la guerra como tal, el hecho es como nos la plantean, una guerra que es absurda y de intereses individuales porque los intereses políticos se han perdido.  Hay una gran cantidad de grupos políticos que se autodenominan de la izquierda y vaya a ver usted: que organizaciones… tan desorganizadas.

PRESO II: Interpretación amigo mío, interpretación.  Por ejemplo y para no ir tan lejos, la lectura que hacen del marxismo los lleva a tener conceptos individualistas, en el mejor de los casos porque en el peor, los ejemplos son innumerables: corrupción, traición, deslealtad y muchos otros aspectos para no andar con redundancias.

PRESO I: Se hacen la guerra entre ellos mismos y terminan siendo competencia.

PRESO II: Como cazadores de recompensas quieren rellenar ejércitos de seguidores sin tener en cuenta los procesos.

PRESO I: De todas formas es que el asunto no es rellenar como usted dice.  Lo que hay que hacer es plantear nuevas tácticas, el cambio indica nuevas situaciones con sus nuevos problemas y así por ende, nuevas formas de proceder.  Hay una frase que aquí podemos acomodar: “En la práctica hay que avanzar paso a paso; la teoría, en cambio, debe contener toda la marcha.”

PRESO II: Los reclutadores de gente para el proceso, rezan muy bien con el segundo punto, el de la teoría, pero lo aplican al primero, al de la práctica.  Ojean cualquier libro de Marx  o de marxismo, y ya se creen marxistas.  Para ellos la práctica no incluye una verdad científica y hasta son dogmáticos.

PRESO I: Los cambios deben ser planificados, planteados desde las necesidades actuales y no desde los conceptos personales e interpretativos de quienes pretenden hacerlos.

PRESO II: Eso es muy cierto, mon bon ami.

PRESO I: El punto es que el interés personal está por encima de los intereses sociales.  Las bocas se ensanchan para hablar de sociedad y por debajo de la mesa conciertan con el enemigo.  Una actividad con ánimo de lucro.  Esas son cuestiones que ponen en ridículo la teoría y la práctica ni siquiera es consecuente.
 
Cuadro III
 
(Suena música: Novemver 25, Morning –Philip Glass / Mishima-.  Los presos empiezan a recorrer la celda imaginaria intentando derribar un muro. Luego entra El Juez con los Hombres Máquina marchando y dirigiendo con cuerdas a la Mujer II que hace las veces de una marioneta.  El Juez le ordena con señales que saque a tres personas del público al azar con el fin de que sean los jurados; mientras esto sucede, los Hombres Máquina se ponen por debajo del juez utilizando los tableros ,esta vez como una mesa.  Al terminar la música entra la Mujer III cruzando el escenario mientras habla).

MUJER III: La gente me señala diciendo que soy comunista; apedrearon mi casa y mandaron panfletos.  Las amenazas llegaron quebrando ventanas, no entiendo por qué lo hicieron si ellos son de mi clase.  Tengo hijos que alimentar y que vestir pero mientras más pasa el tiempo, más cada vez es imposible. 

EL JUEZ: ¿Qué pasa mujer? Esa es la ley de la vida; el que seas tan pobre no es culpa de nadie, si para ti la desventaja es asfixiante, qué podemos hacer si hay cosas más importantes.

(La Mujer III sale).
 
LA MUJER II: (hacia el público).  Los flagelos de la guerra son el temor que nos gobierna.  Ustedes abran campo a la protesta si el corazón revienta.  Nuestros votos son la puñalada y aunque mil veces lo hemos vivido, mil veces el fracaso no hemos aprendido.  La soga para el cuello yo misma la he amarrado y si con esto, la lucha no despierta, ¡que la situación entonces permanezca!

PRISIONERO I: (Al público).  La necesidad apremia mientras el hambre agita.  Gastando culo en los debates el Estado todo lo resuelve; para callar las muchedumbres ahí están los militares, pero para callar intelectuales, las capuchas tienen la estrategia.

EL JUEZ: (Dirigiéndose al público y luego a los jurados).  A estos prisioneros se les acusa de traición a la patria.  Ustedes señores, miembros ilustres y destacados de la buena sociedad, y que rigen domicilio en esta ciudad amparada por el cobijo de Nuestro Señor, han sido elegidos como el jurado.  Así pues que también hacen arte y parte de este complicado cuadro.  Las pruebas ya las escucharon, y por lo tanto, tienen un minuto para dar el veredicto.  (Pasa un personaje con un reloj grande que dice: “1 Minuto”).  Como han visto honorables señores del jurado, ya ha pasado el minuto.  (Pausa).  Y… (Mirando alrededor del público), ¿cómo declaran a los acusados?  ¿Inocentes… o culpables?

 (Los Hombres Máquina debajo de la mesa empiezan a susurrar: Inocentes, culpables, inocentes culpables…).

 (Según la decisión del jurado habrá dos alternativas para El Juez):

EL JUEZ: (Si la decisión es INOCENTES).  Entonces ustedes serán culpables por encubrimiento.  Serán decapitados y luego sus cabezas serán expuestas en la plaza pública para escarnio del pueblo.  (Da golpes con el martillo sobre la mesa).  De este modo se levanta la sesión y los presentes, que saquen entonces sus propias conclusiones.

EL JUEZ: (Si la decisión es CULPABLES…).  Me lavo las manos.  Ha sido decisión de ustedes ilustres integrantes del jurado, declarar a estos acusados como culpables y por lo tanto, ellos serán condenados.  (Pausa).  La condena ya se ha decidido.  Mas con la traición de ustedes que a la larga vienen siendo de la misma estirpe, también pagarán y habrá un plazo perentorio para ser ejecutados.  (Da golpes con el martillo sobre la mesa).  Desde este momento se levanta la sesión y los presentes, que saquen entonces sus propias conclusiones.

 FIN

27 DE ENERO DE 2004