TEATRO ANTÍPODA

domingo, 10 de julio de 2011




Los Versos que no Escribo
Por: L. F. Nikho

Los versos que dejo de escribir
los lleva en la lengua el oprimido;
el campesino con sus manos cansadas de la tierra
y la madre soltera que amamanta bocas secas.
Los que escribo,
son hechos de querer olvido
de fiebres calcinantes de mi pecho
de exiguas paradojas de mi alma.
Y cuando no escribo
de mil maneras mis manos estrangulan ansias,
mi mente es un tormento
y la espera se hace larga.

Los versos que dejo de escribir
son de pueblo ausente, de sangre y de sudor herido
son de llagas, de muerte y sacrificios,
son de aquellos que en ellos la inconformidad aguanta.
Y los que escribo
son de los ojos propias lágrimas,
de los tormentos, tormentas y aguaceros
de los silencios, gritos y esperanzas.
Y cuando no escribo,
cuando por mi propia cuenta me declaro en el exilio
es más profundo el dolor de mis tormentas,
y es menos la alegría que me acecha.

Los versos que dejo de escribir
son para casi todos,
los todos que llamamos oprimidos
aunque ya lo dije antes
y no me importa repetirlo;
los todos que al levantar las piedras vemos
como granos de arena en el desierto,
como gotas de lluvia en la montaña.
Y los que escribo
son de la piel el traumático desvelo de mis noches
y de mi voz, el ronco sonido de mi eco;
son lentos de mis pasos rápidos
y son trazos de mis viejos pinceles viejos.
Y cuando no escribo
las musas del oprobio hunden sus garras en mi pecho
reclamando sus razones lánguidas
de ser el fundamento extenso de mi casa,
de ser el sueño sin dormir en la sombra de mi cama.

Los versos que dejo de escribir,
los reconozco a posteriori en el antes de la infancia
en el hubo una vez de la propia historia
y en el efímero presente de la falsa gloria.


Pero hoy, después de tantos años me doy cuenta
que para escribir no necesito inspiración sino experiencias,
los versos que escribo y dejo de escribir
están escritos en mi piel
como de la gubia el tallo en el árbol seco,
como del cincel que al herir al mármol habla,
como de las cuerdas al vibrar en la guitarra cantan
como de los proletarios sin su voluntad silencian fábricas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

POR FAVOR DEJE SUS COMENTARIOS AQUÍ