TEATRO ANTÍPODA

viernes, 8 de julio de 2011

LA REVOLUCIÓN NO ESPERA A GODOT
Por: L. F. Nikho



Cuando el arte revolucionario se ha manifestado, no lo ha hecho por su propia cuenta. De cualquier modo, debe afiliársele a la ideología revolucionaria y no fuera de ella.
Pero es visto que en los llamados países “tercermundistas”, el mismo objeto del arte revolucionario es tergiversado y peor aún: tratado con manipulación como un prontuario de servilismo exacerbado.  Aunque  a decir verdad, hoy por hoy no es que se encuentren a puñados ni a la vuelta de la esquina, artistas o grupos de artistas que tengan que ver con las ideas revolucionarias y que trabajen científicamente respecto a eso. Pero sí es curioso que uno se encuentre a una gran cantidad de personajes “disfrazados” de artistas que promulgan unas ideas dizque nuevas, y de las cuales, echan mano los famosos oportunistas para hacer del pueblo de los oprimidos sus eternos seguidores.
Se sabe que los oportunistas son inoportunos en el avance de la verdadera revolución; esa es la tarea, abrirles los ojos a las nuevas generaciones de artistas y de espectadores a través de una nueva forma de ver y de sentir el arte, teniendo en cuenta que la ciencia de la revolución ya tiene definidas sus metas y que como artistas, nosotros, hacemos parte de esa revolución.
Somos conscientes que el propósito del arte revolucionario no es una cuestión que se dará de la noche a la mañana, pero por algo hay que empezar; lo preocupante, es la manera desarticulada en que estamos trabajando.  Cada cual, inicia sus propios proyectos pero se individualiza; hay un punto en el que nos desconectamos y más que hacer corto circuito, no nos comunicamos.  Estamos seguros que a través de todo el mundo, especialmente en Latinoamérica, existen al menos un buen cúmulo de artistas con unas ideas revolucionarias de avanzada; igualmente, muchos que por las consecuencias sociales que viven han sembrado en sus consciencias, las condiciones del inconformismo así no las lleven a cabo de una manera científica.
Pero tampoco debe ser única tarea de los artistas.  Quienes son la vanguardia en el aspecto político como tal, deberían asumir las riendas de este propósito y no dejarlo de lado.  Es necesario que el artista se sienta apoyado en sus objetivos y no que se sienta solo en la búsqueda de exponer nuevas ideas y nuevas formas de difundir las ideologías revolucionarias.
Queda pues planteado el asunto, pero se quiere que no sigan echando raíces y todo acabe siendo como la obra del absurdo: “Esperando a Godot”.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

POR FAVOR DEJE SUS COMENTARIOS AQUÍ