TEATRO ANTÍPODA

jueves, 3 de diciembre de 2009

MASACRE, HUELGAS Y OPRESIÓN


I
Hay una historia de cuya memoria en los hombres ha hecho olvido,
Es una historia que muchas se escribió con la tinta sangre del dolor
Y que yace plasmada en las páginas de un libro devorador de ausencias, recalcitrante, añejo… silencioso.
Pero el tiempo no pasa en vano: el mar que sepultó los cuerpos ultrajados
Se deshace hoy en su propio llanto para decirnos, para gritarnos:
Que no haya olvido más de la memoria,
Que no haya ausencia más de las palabras
Y que el silencio sea estremecido por mil voces que protestan.

II
Siempre que hay una masacre se mira hacia los oprimidos
Con la expresa melancolía de que de que también lo somos.
Y cuántos huesos de prole no sucumben en los cementerios, En las minas y en el campo;
Cuántas uñas que arañando el pan quedarónse clavadas en la tierra
Esperando no mendrugos, no miseria sino… dignidad y respeto.
Cuántos muertos tragados por las olas pintaron de rojo entristecí
El subterráneo fondo de la inmensidad oceánica
A la vista del horizonte azul indiferente colmado de nubes calcinadas,
Aunque también ausente de esperanzas.,

III
Sobre la mar se desparrama el luto
Y las flores invisibles que conmovieron lágrimas, sudor y sacrificio;
Los años de huelga se hicieron huella entre el fango y el cansancio
Que maquillaba el rostro del proletario austero.
Los puños como agujas clavados en el rostro en actitud de espera
Para hundirse después en el aire lento,
Unidos por millares: rebelión intentan;
Mas las balas asesinas callaron la protesta
El armazón del cuerpo se desploma
Y pungido de dolor revienta, y la musculosidad se agota.
Enseguesida tromba a la mansalva ataca:
Militar es codicia, ignorancia y sangre
Pero el hambre muerde sin importarle a nadie
Y así la rebeldía frunce el seño para anunciar desastre.

IV
Transcurren ochenta y un años Que se suman a la cronología del dolor profundis;
Masacre y recuerdo se adormecieron mustios en los anales del silencio…
¿Será que la amnesia nos consume lento?
Allá en el mar donde la lontananza es cierta y donde el luto de la noche se plasmó de sangre,
La historia escrita se ha hecho triste
Concebida en huelgas, tortura y opresión.
Allá lejos… se escribió, pero hoy,
Aunque cerca nuestro se repite y aunque la escribimos de rutina,
A veces, como tantos lo ignoramos.
Y esa historia que ya no cuenta nadie y que ninguno se atreve a recordar
Y que como un fantasma: fluctuante… indefinido,
Se queda en el oleaje del mar para escribir masacre y también, para vencer olvidos.

L. F. Nikho


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