LAS
SILLAS VACÍAS
Grupo
Teatral Antípoda: Diez Años
Por:
L.F. Nikho

Fue
entonces que para el mes de Octubre del mismo año, la idea ya estaba caminando y
a través de una convocatoria que habíamos realizado, un total de doce personas conformábamos un grupo teatral al cual le llamamos: Grupo
Teatral Antípoda.
Fueron
tiempos que jamás olvidaré, que yacen en recuerdos preñados de nostalgia y que
fueron el inicio de tantas risas y de tantas lágrimas que sólo en las vivencias
se pueden conocer. Era increíble que
ante las muchas adversidades, ante los obstáculos infaltables que en la vida
existen, pudiésemos realizar nuestra primera obra teatral (de autoría propia): “Un
Cuento de Futuro”, y ¡ahhhh!, saboreamos el éxito que traen los
aplausos con la misma intensidad que aún hoy los disfrutamos. -El aplauso: versión más sincera y gratitud
más satisfactoria que un artista pueda conocer-. Solamente habían transcurrido quince días
desde aquella primera presentación y fuimos invitados al Primer Festival
Departamental de Teatro en Aranzazu (Caldas), y con tan pocos días de ensayos,
y con tan sólo una presentación como experiencia, fuimos merecedores a una
Mención de Honor que para nosotros fue como haber ganado. Además, agréguenle los excelentes comentarios
del público sobre nuestras dos presentaciones: algo totalmente diferente que
había trascendido la óptica y el entender de quienes empezaban a digerir un
teatro para oprimidos llegado desde una de las comunas más conflictivas de
Manizales.
No
me desgastaré contando los mil infortunios y las diez mil satisfacciones que
hasta hoy han sido parte de este corto-largo trasegar; pues en el primer caso,
todo queda como una colección graciosa de hechos anecdóticos que hoy nos producen
risa, aunque en sus momentos nos hacían llorar o maldecir; y en el segundo
caso, es la experiencia que se ha adquirido y con la cual de una forma u otra,
plantamos un nombre que no será fácil de olvidar ni por nosotros los de ahora,
ni por los de ayer, ni por nuestro querido y paciente público.
Hoy
venimos a decirle al mundo con un orgullo sincero, fino y humilde, que son diez
años, una década a pesar de todo; diez años que van dedicados a los conformantes y no conformistas, que han
posibilitado esta existencia plena de teatro; a ellos, a los que llamo “los
de ahora”, y a los que los antecedieron y que pertenecen a las sillas
vacías del escenario pero que tienen nombre propio y son “los de ayer”. Mis viejos camaradas, mis ausentes
pedazos de batallas compartidas… en fin, ellos saben a quienes me refiero con
tanta nostalgia reprimida.

Fue
bueno compartir aquellos espacios, aquel tiempo de horas trajinadas por el
trabajo teatral con “Caviedes” (como
le llamaba yo), quien junto a Diana Marcela Loaiza, se convirtieron por mucho
tiempo en la imagen de Antípoda, pues eran quienes conseguían los contratos de
presentaciones, los patrocinios, las colaboraciones económicas y además, eran
íconos importantes de la actuación en la esfera de nuestro grupo.

Creo
que todos los integrantes y ex integrantes del Grupo Teatral Antípoda sabrán comprender y respetar la dedicación
de estos diez años, que no tienen la misma resonancia de cuando cumplimos el
primero, el segundo y los tres, pero no se trata de celebraciones
carnavalescas, ni bombos ni platillos, basta sólo decir a modo personal, que
agradezco profundamente a todos quienes han tenido que ver con esta forma de
hacer arte: a mis compañeros y ex compañeros, a quienes nos han apoyado y
creído en nuestra causa, a quienes han criticado constructivamente, a quienes
sin conocernos nos brindaron su apoyo, en fin, a todos que siendo oprimidos
encontraron en el teatro que nosotros ofrecemos, una identificación plena y
conciente de lo que es la lucha de clases sociales.
He
visto pasar con esta acumulación de tiempo, a muchos compañeros, algunos de la
infancia y otros de ocasión; muchos que han llegado a Antípoda con las pretensiones
de la fama, otros por curiosidad y los demás por convicción. Ninguno de nosotros es irremplazable hasta
que sea imprescindible, como dijera Bertolt Brecht; pero algo es cierto y
aprendido por mi experiencia: cada silla que hoy ya no es ocupada por alguno de
los de ayer, en todo caso es respetada por todos los que son hoy. El mérito no es mío… sino, siempre y
únicamente de ustedes compañeros.
Gracias
a todos, perdonen las redundancias y que el tiempo, alguna vez, nos permita
cumplir otros diez años.
Obras Presentadas en Oreden Cronológico:
Un Cuento de Futuro 2001
Dácaro y la Analogía del Regreso Triste 2002
Meridiano 74 2002
Sueños Antropomorfos 2002
El Síndrome del Letargo 2003
Huesos de Metal 2003
Entre las Cenizas del Olvido 2004
Un Problema Social (Creación Colectiva) 2004
La Condena 2004
La Ejecución 2005
Artículo de Producción 2005
Dácaro y la Analogía del Regreso Triste Segunda Versión: Los Sueños 2005
Retazos 2005-2006
La Mujer Triste 2006
Performances e Improvisaciones 2006
Monólogo de las Cadenas 2006
Trazos para el Dibujo de un Grito Reprimido 2006
Masacres, Huelgas y Opresión 2006
Máscaras 2007
La Cita (Escrita por Nancy Valencia-L. F. Nikho) 2007
Monólogo del Despreciado 2009
Los de Ayer 2009
Claustrofobia 2011
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